lunes, 24 de febrero de 2014

Ser imprevisible es mi fuerte.

No me pregunto ni el cuándo, ni el porqué, ni el cómo... Pero si hay algo claro en todo esto es que pasó, que está pasando. No puedo decir que sea algo que vaya a durar, la verdad es que no pienso mucho en el tiempo, en las consecuencias ni en el miedo, no pienso incluso ni en lo que puede pasar mañana. Creo que elegí bien en optar por el día a día, vivir al límite de la locura y tan sólo pensar en el hoy ya que el mañana es otra oportunidad, otro nuevo intento de conseguir mis objetivos...me está sorprendiendo. La verdad es que hay pocas cosas que lleguen a sorprenderme y, las personas muchísimo menos pero... no sé qué demonios tiene, no sé lo que me incita a a consumirme en esos labios tan finos que tiene, a darle besos en la frente. Tampoco sé el porqué de tantas locuras sin pensar siquiera en las consecuencias, tanta complicidad, tanta confianza, tanto todo en tan poco tiempo. ¿Para qué engañarnos? Hay veces que me asusta, me da miedo porque he experimentado que cuando las cosas van realmente bien siempre hay algo que llega de la nada para joder, pero también es cierto que siempre hay una primera vez para todo y que a mi aún me quedan muchas de esas "primeras veces".
Esta es una nueva aventura, algo diferente y como tal quiero vivirla al máximo. No soy de quedarme con la duda de... ¿qué hubiera pasado sí...?
¿Ilusión? Sí, aunque intento mentirme a mi misma creyendo que esto no me importa una mierda pero lo cierto es que estoy en un momento en el que eso de los detalles me sale sólo y yo qué sé que vendrá después... Si hay algo que tengo claro de todo este estado de "otra cosa pero amigos no" es que lo que hago lo hago porque me sale, que sí, que puede que llegue a cansar o aburrir, incluso puede llegar a pensar que conmigo está todo ganado pero... ser imprevisible es mi fuerte.

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