miércoles, 22 de abril de 2015

Más que nunca

Hoy es un día en el que todo me viene grande, la cama, el sofá... incluso el tiempo; hoy en un día en el que en mi cuerpo sólo existe espacio para las ganas y fuerzas.

Si, es cierto que a veces toca pasar por baches pero este, este es diferente pues llevo dentro de mi un resquemor que me arde podría decirse que poco a poco voy ardiendo por dentro pues no era consciente de que este día estaba tan próximo, que quedaban tan pocas ganas de luchar. Es que es tan solo pensarlo y que automáticamente a mis ventanas le echen cubos y cubos llenos de agua y que cuando estoy a punto de terminar de secarlas vuelve esa marea de cubos de agua tanto fría como caliente que hace que se me corte el cuerpo radicalmente.

Aplicando la positividad que en este corto periodo de tiempo he conseguido aprender he de decir que quizás hasta sea bueno... Sea bueno porque puede significar un nuevo comienzo, una nueva etapa en la que estoy segura se solucionaran todos los frentes abiertos, en la que tendré que conseguir más madurez para poder sacar a flote toda esta situación que me esta tocando vivir y que tanto me esta costando aunque, también tengo la opción "B" y es a pesar de que yo no lo quiera sea el momento de decir adiós, adiós a todo lo que en su día me partió los esquemas poniendo mi vida patas arriba...
Hoy en día la mayoría de la gente me atiborra a comentarios de lo que tengo y lo que no tengo que hacer pero en estos días también he aprendido que está en mi educación escuchar a todo aquel que me quiera comentar sin embargo, mi madurez tiene que determinar lo que tengo y no tengo que hacer esta vez no por lo que diga la cabeza sino por lo que me sale del corazón porque por mucho que no queramos es él el que decide este si y el otro no, ¿la explicación? Pues sinceramente no se la encuentro.

Yo a día de hoy aún no tengo ni puñetera idea de el porqué lo quiero por eso creo que no lo puedo dejar escapar porque sería un delito para mi; juro que desde el primer día que me lo encontré cara a cara las piernas me empezaron a temblar, mis ojos brillaban como si de dos soles radiantes de pleno Agosto en Sevilla se tratasen, mi voz esta tan peculiar estaba rasgada y temblorosa y, mi mente relajada con cierto grado de nerviosismo. Lo recuerdo a él con su chupa, esa que tan bien le queda... bueno, es que le queda bien todo y no, no es porque lo miro con buenos ojos que también pero es que es verlo y que me salga felicidad hasta por las orejas, es que se me plante la sonrisa de gilipollas en la cara y ya no se quite en una semana...

Muchas son las veces en las que me he planteado si seguir adelante con todo esto, las mismas que me ha sacado a flote, me ha rescatado del fondo del mar y me ha llevado hasta la orilla; y es que eso es lo que yo quiero ahora, quiero ser su super flotador lleno de super promesas de cambios, que de hecho ya me voy concienciando porque apuesto todo lo que tengo por él, por nuestro uno, por todas esas primeras veces que aún nos quedan y que no quiero que sean con ningún otro porque no hay ninguno como él, ni parecido sino todos los demás diferentes y yo, estoy enamorada de ese niño que cuando estas mal hace lo que sea por intentar sacar una sonrisa hasta que al final lo consigue, de ese niño que se está haciendo hombre a mi lado, de ese niño que me está haciendo crecer por momentos tanto a mi como a mi madurez... Y no, no apuesto para nada por un "cada uno por un lado" porque voy a quemar hasta el último ultimísimo cartucho que tenga en mi mano para volver a enamorarlo.

Espero pase pronto el tiempo tanto si es para bien como si es para mal.

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